La catedral metropolitana es uno de los templos más importantes de América, sus majestuosas proporciones la convierten en una obra maestra. Enmarca el costado norte del Zócalo Capitalino y es el monumento más representativo del Centro Histórico de la Ciudad de México.
La prolongada construcción de 1573 a 1813 es un compendio de estilos arquitectónicos que predominaron sucesivamente en la época novohispana.
Historia de la construcción.
Terminada la conquista de México e iniciada la conquista espiritual, Hernán Cortés, en 1524, mandó a construir la primera Iglesia Mayor, ésta se construyó con las mismas piedras de los templos indígenas destruidos.
El 12 de diciembre de 1527 se creó la Diócesis de México, un año después en 1528, Fray Juan de Zumárraga se convierte en el primer obispo electo de la diócesis, para 1530 la Iglesia Mayor es elevada a la dignidad de Catedral y finalmente se le da el rango de Metropolitana en 1547, se le dio esta denominación porque es la Sede del Arzobispo, con el tiempo esta primera Catedral resultó pequeña e insuficiente y se pensó construir otra más grande para honra y gloria de Dios.
Esta primera Catedral duró apenas un siglo, pero en 1573 se inicia la construcción de la segunda y actual Catedral. En ese entonces el Rey de España era Felipe II, el cuarto Virrey de la Nueva España era Martín Enríquez de Almanza y el tercer arzobispo era Pedro Moya de Contreras.
En 1526 se demolió la primera Catedral y se habilitó la primera sacristía del templo catedralicio para para la celebración de los oficios divinos.
Se pensó en edificar una Catedral como la de Sevilla, pero hubo dos grandes inconvenientes, el primero era el tipo de terreno, ya que el agua de la laguna no permitía construir cimientos fijos y el segundo inconveniente era lo elevado de los costos para construirla. Se decidió construirla como la de Segovia o Salamanca, así fue que estas catedrales sirvieron de modelo al arquitecto Claudio de Arciniega, quien se basó en el trazo que indicaron Gil de Ontañón y Simón García para las iglesias de cinco naves. Arciniega reprodujo los mismos lineamientos de la Catedral de Salamanca, trazó una planta igual para la Catedral de México, con las mismas dimensiones en naves y capillas y agregó una pequeña ampliación en la sacristía y sala capitular.
En 1629, la gran inundación de la Ciudad de México provocó la suspensión de las obras del templo por seis años
La primera dedicación de la catedral fue en 1656 a la Santísima Virgen de la Asunción, bajo el reinado de Felipe IV, siendo virrey el Duque de Alburquerque y el arzobispo Mateo Zaga, en 1667 se concluyó el interior del templo y se realizó una segunda dedicación, en 1787 comenzó la obra de las torres campanario realizadas por el arquitecto José Damián Ortiz de Castro.
En 1792, se demolió el muro que circundaba la catedral y el cementerio, sustituyéndose con postes y cadenas. En 1813 el arquitecto Manuel Tolsá concluyó las Torres, la Cúpula y la fachada. En el remate de la portada se encontraban las tres virtudes teologales la Fe, la Esperanza y la Caridad, elaboradas por Manuel Tolsá, terminadas en 1810.
En 1851, el 15 de agosto, festividad de la asunción de la Virgen, se realizó una tercera dedicación, fue el día que se consagró el Ciprés de Lorenzo de la Hidalga, en el Altar Mayor.
La portada principal está conformada por tres accesos, ya que la Catedral cuenta con 5 naves en su planta que son una central, dos procesionales y dos criptocolaterales, la puerta de la nave central se llama puerta jubilar y regularmente permanece cerrada, sólo se abre cada que hay año jubilar es decir, cada 25 años, cuando muere un arzobispo, cuando toma posesión o cuando tenemos visita del Sumo Pontífice. La próxima apertura será en 2025.
El interior de Catedral
Las puertas laterales, corresponden a las naves procesionales que dan acceso al interior de la Catedral, y las otras dos naves son criptocolaterales y detrás de éstas se encuentran siete capillas de cada lado, haciendo un total de 14 capillas.
Detrás de la nave central tenemos 3 altares, el primero es el Altar del Perdón, que se enmarca con un retablo de estilo barroco de Jerónimo de Balbás, que desafortunadamente fue dañado en el año de 1967 por un incendio, y pese a esto ha quedado restaurado en su totalidad. Tiene la particularidad que contiene la imagen del señor del veneno, que es una escultura de pasta de caña.
Detrás de este altar, se encuentra el coro que es una verdadera obra de arte que cuenta con una sillería de madera de excelente talla, tiene dos niveles de sitiales, el alto para los canónigos y el bajo para los seises y sochantres. En la parte superior de los sitiales se encuentra figuras talladas de obispos y Santos. La sillería original fue obra de Juan de Rojas en 1695 y también fue dañada en el incendio, cuenta con un facistol de caoba, adornado con figuras de marfil, se usa para sostener los libros de coro y proviene de Filipinas, entonces parte de España.
En la parte alta de la sede del Obispo se encontraba una pintura de Juan Correa y que se ubicaba en el frontispicio. Después del incendio y perderse fue sustituida por una de Cristóbal de Villalpando.
Se encuentran también los órganos de la Catedral, el de la Epístola mandado hacer a España y construido por Jorge Sesma en 1695 y el del Evangelio, elaborado en México por José de Nasarre terminado en octubre de 1735.
Este espacio es resguardado por una reja de tumbaga y calain y fue estrenada en 1730, se fabricó en Macao China.
Posteriormente encontramos el altar mayor, que ha sido cambiado en diversas ocasiones, pero este último es elaborado por Ernesto Gómez Gallardo.
Al fondo se encuentra el altar de reyes que fue el primer ejemplo del Barroco Churrigueresco en América y fue esculpido por Jerónimo de Balbás, consagrado en 1737, debe su nombre al cuadro de la adoración de los Reyes y a las doce esculturas de los reyes que llegaron a ser santos.
La Sacristía también obra de arte de gran valor, se encuentra en el muro oriente del conjunto catedralicio y está revestida no sólo por los elementos artísticos, sino porque es el lugar en que los sacerdotes se preparan y revisten para celebrar la liturgia, contiene también las vestiduras antiguas de los sacerdotes que precedieron en el tiempo y una importante cantidad de reliquias que han sido enviadas a México por la Santa Sede.
La Sacristía es de estilo gótico flamígero, y tiene pinturas monumentales, realizadas por dos grandes maestros, Cristóbal de Villalpando y Juan Correa.
En el interior de Catedral se pueden contemplar diferentes estilos arquitectónicos de cada época empezando por el herreriano, el gótico, el renacentista, el neoclásico y el barroco en sus diferentes modalidades.
También se encuentran la cripta de los arzobispos inauguradas el 19 de noviembre de 1954, tiene como puerta de acceso una placa de la lápida del Arzobispo Don Juan de Mañozca decorada con plomo incrustado, tiene al lado el escudo de armas de España y del otro la biografía del arzobispo contiene los espacios para que descansen los restos mortales de los arzobispos, ya que como mencionábamos al principio esta es la sede de ellos y es el lugar donde descansaran sus restos. A este respecto hay que tomar en cuenta que la legislación de esta ciudad exige ciertas características para poder conservar los huesos y se debe decir que se cumple con estas normas utilizando un espacio para que los restos estén ciertos años esperando que se descompongan y después sean trasladados a su cripta.
Se encuentra también un monumento en honor a Fray Juan de Zumárraga por que fue el primer obispo y arzobispo de la Nueva España.